RUBÍ
RUBí EN ORGONITA
PIEDRA DE PASIÓN
Entre las piedras preciosas, el Rubí destella como un hechizo para activar la energía vital.
Un amuleto de vigor que equilibra la fuerza interior de aquellos que lo portan, aunque es posible que para las almas sensibles o irritables, su fuerza sea excesiva.
El Rubí despierta la pasión por la vida, pero nunca de una forma que pueda dañar.
Enaltece la motivación y ayuda a establecer objetivos realistas, mientras que su luz ilumina el chacra del corazón, trayendo equilibrio y armonía a los latidos de aquellos que lo llevan consigo.
Anima a «hacer lo que te hace feliz»
Esta gema es un escudo mágico contra la brujería mental y la sustracción de la energía vital.
Su fulgor potencia los sueños edificantes y la claridad visual, avivando la glándula pineal.
El rubí, como una joya de la prosperidad, resguarda la fortuna y estimula la llama de la pasión.
Psicológicamente, tiene la habilidad de desenterrar sentimientos de enojo y energía negativa para transformarlos, permitiendo así que se alejen de tu camino.
Además, promueve el liderazgo dinámico.
Desde una perspectiva mental, el Rubí trae consigo un estado de ánimo positivo y valiente.
Bajo su influjo, la mente se afina en un estado de conciencia elevada y con un excelente nivel de concentración.
Gracias a sus efectos protectores, te fortalece en momentos de disputas y controversias.
Emocionalmente, el rubí es dinámico.
Carga la pasión y alimenta el entusiasmo.
Es una piedra sociable que atrae la actividad sexual.
A nivel físico, el rubí supera el agotamiento y el letargo, e imparte potencia y vigor. Al mismo tiempo, calma la hiperactividad.
CURACIÓN: El rubí desintoxica el cuerpo, la sangre y la linfa, y trata la fiebre, las enfermedades infecciosas y las restricciones del flujo sanguíneo.
Es extremadamente benéfico para el corazón y el sistema circulatorio.
Estimula las adrenales, los riñones, los órganos reproductivos y el bazo.
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