EL CRISTAL COMO AUTO-AYUDA
La piedra Luna es un cristal balsámico por naturaleza, por lo tanto ideal para calmar nuestros nervios y serenar mente y espíritu evitando sutilmente que los sucesos nos arrastren y poder así, ser capaces de adaptarnos a las nuevas circunstancias.
Gracias a su vibración, las emociones se transforman en algo armonioso y ya no nos llevan a estados de ánimo negativos como la tristeza, la depresión, la ira, etc.
La piedra luna (tambien conocida como adularía), es ideal para personas excesivamente activas y que no encuentran el modo de descansar.
Por esa misma razón se trata de un cristal fenomenal para conseguir dormir bien, y si bien no ayuda con los molestos diálogos de antes de dormir, sí que nos otorga una actitud bastante más imperturbable y relajada.
Aporta una energía equilibrada con la que reestablecer la armonía de cualquier emoción, circunstancia o situación descontrolada.
Abre un canal de comunicación a las personas reprimidas e incapaces de expresarse para que salga a la luz todo aquello que llevan dentro. Incluso despierta sensibilidades en personas insensibles o "frías".
A tener en cuenta como herramienta en terapia psicológica.
En casa mantiene los ánimos serenos y la armonía energética de sus habitantes. Si se combina con piedras y objetos azules potenciará sus capacidades.
Es un cristal para el desarrollo de la intuición, potencia y amplifica la escucha con profundidad otorgando capacidades como la meditación y otras energías como para trabajar el mundo onírico o de los sueños, ayudando a recordarlos o a tener sueños con una cualidad y profundidad mayor. En viajes astrales ayuda a no desconectarse completamente del cuerpo.
Muy recomendable en desarreglos menstruales y problemas endocrinos.
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