Único por su forma cristalina helicoidal.
Se halla por todo el mundo.
El Cuazo absorve, almacena, libera y regula la energía y por lo tanto, es excelente para desbloquearla.

EN acupuntura, cuando las agujas se encuentran recubiertas de Cuarzo, éstas incrementan sus efectos en un 10%. 
La cámara Kirlian demuestra que sostener un cristal de Cuarzo con la mano duplica tu campo bio-magnético. Potencia la musculatura y protege contra la radiación. Además genera electromagnetismo y disipa la energía estática.

El Cuarzo actúa en un nivel vibratorio sintonizándose con los requisitos energéticos específicos de las personas cuando precisan sanación o bien cuando emprenden un trabajo espiritual, llevando las energías al estado mas perfecto posible, volviendo al punto anterior a cuando se contrajo la enfermedad o problema. Limpia y potencia órganos y cuerpos sutiles actuando como un profundo limpiador del alma, conectando con las dimensiones físicas y con las mente.

Espiritualmente, este cristal eleva la energía al nivel mas alto posible. Como contiene todos los colores posibles, el Cuarzo transparente opera a todos niveles.
Almacena información como si se tratara de un ordenador biológico o natural; los cristales de Cuarzo son el acceso a una "biblioteca espiritual".
El Cuarzo potencia las cualidades psíquicas a la vez que te ayuda a sintonizar con tu propósito espiritual.
Usado durante la meditación, el Cuarzo disipa las distracciones, filtrándolas. Es un receptor de programaciones.

Mentalmente favorece la concentración activando la memoria. Ahorra energía adosado a la línea de combustible de un vehícuio reduciendo el consumo del mismo.

Las puntas de Cuarzo tienen facetas diferentes y variadas formas cristalinas en función de la rapidez con la que se hayan formado.
Todas estas formas cristalinas son específicas y muy significativas en sí mismas a la vez que cada faceta tiene un potencial particular.

Concretamente, los cristales basados en el cuarzo poseen facetas naturales en las puntas. Generalmente hay seis facetas, equiparables a los seis chacras, desde el básico hasta el tercer ojo y la terminación en punta representa el chacra coronario y su vínculo con el infinito.

Cada forma cristalina tiene un uso específico en el ámbito de la sanación.